‘Re-story-ation’ – Stories of Place and People

 

Origin stories of people and place through culture & agriculture

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En el lenguaje de las plantas, las historias son semillas, llevadas por el viento, buscando suelo fértil en los corazones de quienes escuchan. Cultura en la Agricultura es una semilla, una serie de historias que nos invita a recordar nuestro aliento compartido con la tierra. Susurra los antiguos caminos, cuando nuestros ancestros danzaban al ritmo de las estaciones, con las manos en la tierra y las canciones en el cielo.
Esta serie es un tapiz de narrativas, entrelazando la sabiduría de quienes cuidan la tierra con amor. Habla de la agricultura regenerativa no como un camino nuevo, sino como un regreso—una vuelta a casa hacia prácticas que honran la reciprocidad entre los humanos y el mundo más allá de lo humano. A través de estas historias, se nos invita a ver la agricultura como algo más que cultivo; es un acto de reciprocidad, una ceremonia de pertenencia.

Al escuchar y mantenernos curios@s, participamos en la re-historización, una sanación tanto del territorio como del espíritu. Llegamos a entender que la salud de nuestros cuerpos está tejida con la salud del suelo, que nuestro bienestar está entrelazado con el de todos los seres.

Cuanto más nos adentramos en la Agricultura Regenerativa, más comprendemos que, en su esencia, es un regreso a lo que siempre fue—la agricultura tradicional ancestral. Estas no son ideas nuevas, sino prácticas honradas por el tiempo que han sostenido a comunidades por milenios, transmitidas de generación en generación. Mucho antes de la agricultura industrial, nuestros ancestros cultivaban con profunda reverencia, en armonía con los ciclos naturales, honrando la biodiversidad y cuidando el suelo como un ser viviente. Estos principios—que alguna vez fueron la base de los sistemas alimentarios en todo el mundo—ahora resurgen dentro del movimiento regenerativo, no como una tendencia, sino como un necesario recordar.

En este despertar colectivo, estamos reclamando la sabiduría incrustada en las prácticas alimentarias ancestrales, reconociendo que las respuestas a las crisis agrícolas modernas han estado con nosotros todo el tiempo, esperando ser retomadas.

Cultura en la Agricultura nos llama a reclamar nuestro rol como participantes humildes en la gran red de la vida, a cultivar no solo cosechas, sino relaciones enraizadas en respeto y reciprocidad.